De la élite del fútbol al corazón del interior: las leyendas que volvieron al regional argentino

El fútbol argentino atraviesa un fenómeno que combina nostalgia, pasión y pertenencia: cada vez más jugadores con pasado en la Primera División o incluso en selecciones nacionales deciden dar un paso al costado del profesionalismo para reencontrarse con sus raíces. En canchas de tierra, con tribunas modestas y mates en la previa, leyendas del deporte vuelven a ponerse los botines para disfrutar del juego en su forma más pura.

No se trata de contratos millonarios ni cámaras de televisión. Detrás de cada regreso hay historias personales de amor por la pelota, compromiso con sus pueblos y la necesidad de devolver algo a los clubes que los formaron. En muchos casos, estos refuerzos de lujo elevan el nivel competitivo de equipos que compiten en torneos regionales o ligas locales con futbolistas que trabajan entre semana y entrenan por la noche.

El mapa del fútbol interior se tiñe así de nombres que hicieron historia en las grandes ligas. Desde Santa Fe hasta Córdoba, pasando por Entre Ríos y la Costa Atlántica, el talento y la experiencia de figuras reconocidas le dan un brillo especial a torneos donde el espíritu amateur sigue siendo el verdadero motor.

Los regresos que revolucionan el fútbol regional

Huracán de Vera (Santa Fe) sorprendió con una dupla de peso: Rubén “Tito” Ramírez y Claudio “Taca” Bieler, dos históricos goleadores con pasado en Colón, se reencontraron para disputar el Torneo Regional Amateur 2024/25, en una presentación que generó gran expectativa en toda la zona.

En su pueblo natal, Facundo Bertoglio volvió a vestir los colores de Centenario de San José de la Esquina, el club donde comenzó a soñar con ser profesional. Tras brillar en Colón y ser convocado por Diego Maradona a la Selección Argentina, hoy con 34 años lidera al equipo como capitán rumbo a la final de la Copa Santa Fe.

El eterno Ignacio “Nacho” Scocco también volvió a sus raíces: tras marcar más de 200 goles entre River, Newell’s y otros clubes, decidió disfrutar del fútbol en su Hughes querido, combinando la pelota con proyectos formativos para los jóvenes de la zona.

En Córdoba, Germán Montoya (ex Belgrano y Vélez) se sumó a Argentino Peñarol con 42 años, mientras que en Crespo, Sebastián Prediger volvió al club donde se formó, Unión de Crespo, para disputar el Torneo Regional Federal Amateur representando a la Liga Paraná Campaña.

Otros nombres destacados también se suman a esta movida

Paulo Rosales, el talentoso enganche surgido en Newell’s y recordado por su paso por Unión de Santa Fe, volvió a las canchas tras superar problemas de salud. A los 39 años, se había sumado a Libertad de Nelson, club de la Liga Esperancina, donde buscó disfrutar del fútbol sin presiones.

Lucas Acosta, ex Colón, hoy viste los colores de Deportivo Elisa. A sus 36 años, “Luquitas” revivió su amor por el fútbol en la región que lo vio crecer, después de haber cumplido el sueño de jugar con la camiseta sabalera en Primera División.

El lateral Ismael Quilez, con pasado en Huracán, Racing, San Martín de Tucumán y General Caballero de Paraguay, regresó a la provincia para jugar en Colón de San Justo, tras no concretar un retorno al Colón santafesino.

Otro histórico delantero, Ismael “Zungui” Blanco, con pasos por Colón, Olimpo, Lanús y el fútbol europeo, volvió a disputar el Federal A con Unión de Sunchales a los 41 años, mostrando que su amor por el gol sigue intacto.

En Casilda, Damián Musto regresó a sus orígenes para vestir nuevamente la camiseta de Alumni, el club donde empezó su carrera antes de convertirse en referente de Rosario Central y tener un paso internacional por España.

Nicolás “Bicho” Aguirre, campeón con Arsenal y Lanús, decidió regresar a Huracán de Chabás, donde inició su camino futbolístico. A los 34 años, buscará darle jerarquía a la Liga Casildense y seguir siendo protagonista dentro de la cancha.

Emiliano Vecchio, quien brilló con las camisetas de Rosario Central y Racing, sorprendió al rescindir con Defensores de Belgrano para sumarse a Regatas de San Nicolás, donde disputará el Torneo Regional Federal Amateur.

Lucas Licht, histórico capitán de Gimnasia y Esgrima La Plata, volvió a ponerse los botines para jugar en Argentino de Chacabuco, su ciudad natal. Con 43 años, y tras ser ayudante en Talleres de Remedios de Escalada, aceptó el desafío de disputar la Liga de Chacabuco “Copa Haroldo Conti 100 Años”.

Gastón “Gato” Sessa, con 51 años, volvió al ruedo defendiendo el arco de Deportivo Chascomús, donde comparte equipo con su hijo Valentino. Campeón con River y figura en Gimnasia, protagoniza una historia única: padre e hijo bajo los tres palos.

El eterno goleador José “Pepe” Sand, máximo artillero histórico de Lanús, se calzará nuevamente los botines a los 45 años para jugar el Torneo Regional Federal Amateur 2025/26 con Argentino de Bell Ville, en lo que será su primera experiencia en el fútbol cordobés.

José Luis Gómez, campeón con Lanús y ex jugador de Racing, jugará en Central Argentino de La Banda, Santiago del Estero. El lateral derecho, que llegó a vestir la celeste y blanca en 2017, se reencontrará con el fútbol de su ciudad natal.

Matías Roskopf, delantero con experiencia en Uruguay, México, Rumania y Chipre, tendrá su primera experiencia en el fútbol argentino jugando para Sanjustino, en la Región Litoral.

En Bariloche, Marco Labruna, nieto del mítico Ángel Labruna, se sumó a Estudiantes Unidos, aportando apellido y talento a un histórico del sur argentino.

Rodrigo Mora, recordado delantero de River Plate, jugará su segundo Torneo Regional consecutivo, esta vez con Juventud Unida de Gualeguaychú, tras su paso por Alas Argentinas de Bariloche.

Por último, el ex Boca Pablo Mouche había roto el mercado del norte argentino al sumarse a Sportivo Pocitos, de Salta, equipo de frontera que tambien tuvo presencias como el pato Abbondanzieri, el Burrito Ortega, Clemente Rodríguez y Pepe Basualdo.

Cada historia tiene su propio matiz, pero todas comparten el mismo espíritu: el fútbol como pasión y pertenencia, lejos de los flashes y cerca del corazón. En un país donde la pelota siempre manda, estos regresos confirman que el amor por el juego no se jubila, solo cambia de escenario.